Tinkunaco: Mucho más que un encuentro

A horas de que La Rioja viva nuevamente la ceremonia más importante de religiosidad popular como lo es el Tinkunaco, Radio La Ciudad habló con el profesor e historiador, Víctor Robledo, quien brindó detalles sobre está tradición riojana.

“Junto con la Chaya es una de las fiestas que nos identifica y nos hace sentir más riojanos”, definió el historiador y sostuvo que el Tinkunaco “Es una celebración vinculada a la religiosidad del pueblo de La Rioja”.

El Tinkunaco es la fiesta popular y religiosa más importante de la provincia de La Rioja. Se celebra hace más de 400 años y en la celebración confluyen raíces andinas e hispánicas que se fueron resignificando a lo largo de la historia. El mismo recuerda el alzamiento diaguita contra los españoles durante 1593.

Según explicó Robledo, “Con la llegada de los Jesuitas a La Rioja, ellos se hicieron eco de lo acontecido en el pacto de paz que sucedió en las Pascuas de 1593 entre los conquistadores españoles y los diaguitas y decidieron crear la fiesta del Tinkunaco para unir al pueblo”.

Asimismo, también explicó que, en los últimos años, especialmente durante el periodo donde Enrique Angelelli fue obispo de la provincia, el Tinkunaco adoptó modificaciones simbólicas como la entrega que realiza el Intendente de las llaves de la ciudad a la imagen del Niño Jesús Alcalde y la recepción de un evangelio para el Jefe Comunal, también el exobispo Roberto Rodríguez incluyó la entrega del evangelio a la figura del gobernador por parte de San Nicolas. 

“Tinkunaco en lengua quechua significa encuentro”, contó el historiador.

El Tinkunaco y su historia: El encuentro y la paz de un pueblo

En La Rioja, una festividad histórica entabla un cruce entre religión y política. El Tinkunaco es celebrado los 31 de diciembre de cada año, siendo una de las ceremonias religiosas más importantes.

Para comprender dichos festejos es necesario entender su procedencia y, como ambas cuestiones, ya sean políticas, religiosas e históricas convergen.

El Tinkunaco rememora aquel pacto de paz realizado entre los diaguitas y los conquistadores españoles, en pascuas de 1593. “En aquel entonces tras la fundación de La Rioja, los españoles que se instalaron generaron una gran disputa contra los pueblos originarios, ya que los españoles maltrataban y sometían a la esclavitud a los aborígenes”.

En este este contexto, los aborígenes comenzaron un alzamiento contra los españoles el jueves santo de 1593. Cuando se disponen a atacar en las puertas del fuerte español, el Fray Francisco Solano se presenta en el lugar, predica a todos en una lengua única y logra controlar el ataque. La única fuente histórica documental existente es el relato de Manuel Núñez de Almeida, escribiente de la colonia, quien relata que gracias las palabras de Francisco Solano se logró sellar un pacto de paz que culminó con el bautismo de nueve mil indígenas.

Finalmente, Robledo confirmó que “Desde la primera edición elaborada por los jesuitas en el siglo XVII se eligió el mediodía para realizar el Tinkunaco y la iglesia con el pasar d ellos años adoptó el horario para realizar la celebración”.