Malvinas, desde la perspectiva del soldado continental

Columna escrita por: Daniel Exequiel Vergara Matta. Alumno avanzado del Profesorado de Historia

Pasado 39 de años, del Conflicto Bélico del Atlántico Sur. O con el nombre vulgar con el que se lo conoce, “Guerra de Malvinas.

Quienes, somos hijos con orgullo de los Héroes, que defendieron la soberanía de nuestro país en el Conflicto Bélico del Atlántico Sur, mal denominado “Guerra de Malvinas”. Buscamos el reconocimiento para todos aquellos, “olvidados” por el estado nacional. Y demonizados por la idiosincrasia de los mismos veteranos reconocidos. Los soldados continentales, denominados combatientes del TOAS (Tetro de operaciones del Atlántico Sur). Son personas comunes y corrientes. Tu vecino, un tío, un abuelo, una abuela, hermana, primo, prima, personas comunes.

Benito Raúl Vergara, un riojano de capital, mi PAPÁ, con mayúsculas bien grandes, albañil, plomero, electricista, pintor, mecánico, de todo un poco, un multiuso, el mismo que durante el conflicto siendo un joven que cumplía el servicio militar obligatorio con 19 años y sin que nadie le preguntara si estaba dispuesto a dejar la vida por su país. Fue involucrado en esta, crónica de una muerte anunciada.

De chico, me solía gustar jugar con sus medallas. Pasaron años, para poder comprender lo que significaba. Ser hijo de…, en este caso un Veterano de Guerra. Comprender porque mi casa, paterna estaba ubicada en el barrio “Ex Combatientes de Malvinas”. Por qué mi papá, no aparecía en los actos de la Escuela Provincia de Misiones n°365 ubicada en el barrio Antártida n°3. Junto con los demás veteranos, si él también lo era. O al menos así lo decía en sus medallas y su certificado símildiploma otorgado por el congreso de la nación. Cosas que, para un niño, eran complicadas de entender.

A medida que fueron pasando los años, escolarizándome, mi papá, me pedía redactar notas personales, ya que mis viejos, no completaron sus estudios secundarios. Entonces, durante buen parte de mi vida, me la pase ayudando a redactar notas, al Diputado, al secretario de…, al senador…, al secretario del senador, a este o aquel. Y al ver que, ninguna hasta día de hoy, fue respondida. Genera una impotencia, ver como parte de la sociedad utilizo, desechó y estigmatizo a sus veteranos. Y como mi papá, teniendo las pruebas que tenía en la mano no recibía ni los beneficios, sociales, de salud, económicos que por derecho le correspondían.

Hoy como un profesional, pude comprender y responder estas incógnitas que de niño me planteaba. A través de la investigación, análisis y producción de una nueva perspectiva de esta problemática. Realice mi seminario de Investigación Histórica. “Los olvidados”, donde encontramos que las políticas de estado, con respecto a los reclamos realizados por veteranos fueron nulas, que los veteranos reconocidos niegan la participación de sus camaradas en el conflicto por la famosa 200 millas de zona de exclusión. Que, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, se otorgaron pensiones truchas. Que distintas organizaciones sociales respaldan, la lucha de los soldados continentales.

Que asociaciones de veteranos del mundo, reconocen a estos como veteranos de guerra. Qué el estado argentino y cada provincia realizaron un abandono de persona. Tal que los números de muertes, continuaron en el periodo de posguerra aumentando.

He aquí la importancia de la elección de los representantes del congreso de la nación y cámara de diputados. Se ocuparon de negar la viabilidad de la lucha jurídica, y enfrentar a camaradas entre sí por la mala redacción de las leyes y la falta de capacitación para ocupar dichos cargos.

Relatos que recrudecen las indiferencias y explican la problemática, de estos argentinos que defendieron la soberanía nacional. Con proyectos de ley presentados, el estado se encontró ausente durante todos estos años. Y nuestros héroes pasados 39 años del conflicto, continúan en la lucha por el reconocimiento de sus derechos. Es el caso particular de los soldados continentales que defendieron el territorio continental y marítimo de nuestro país, soldados que son de todas partes del país y por supuesto soldados riojanos, con los cuales. Raúl Benito Vergara, ya sea para sociabilizar acciones realizadas por sus camaradas en el sur del país. Juntar firmas en la plaza, la universidad, escuelas, plazas, o simplemente para intentar se visualizar a ese tío, primo, padre, madre, hermana. Héroe nacionales, y que como dice el dicho llevan esta procesión por dentro, hace muchísimos años, en los cuales todos sus derechos como ciudadanos fueron pisoteados, ignorados, y demonizados por la instituciones propias del estado.

Es un deber civil, como profesional trabajar con una ética moral, que resalte los valores patriotas, nacionalistas, populares y traer al presente a estos héroes desconocidos, incognitos que tienen mil historias por contar y que merecen ser escuchadas por la nuevas generaciones. Para evitar, perder de la memoria colectiva nacional, provincial, del barrio, personas como Raúl Benito Vergara, mi único héroe en este lio llamado vida.

Saludos a los compañeros de APROHLAR, por permitirme dar a conocer algo que merece ser compartido.