Decontruir El Facundo

Columna escrita por el profesor Marcos Aguirre

Hoy nos animamos a indagar la historia, surgen siempre inquietudes curiosidades que nos alientan a rever nuestra historia, nos generan la posibilidad de poder conocernos hacia dentro, en esta ocasión y teniendo en cuenta la reciente efeméride, al cumplirse 186 años del vil crimen en Barranca Yaco, queremos interpelar a Facundo Quiroga y desmitificar lo que comúnmente se conoce de él.

 Cuando me refiero al comúnmente hago alusión a ese Facundo de “civilización y barbarie” que escribiese y publicara célebremente Sarmiento, una obra literaria que de mas esta decir ha sido una conmoción literaria no tan solo en nuestro país. Pero que tristemente ha condicionado conocer profundamente a quien fuera uno de los caudillos más importantes e influyentes de política y la economía para la primera mitad del S.XIX.

Facundo Quiroga está representado en esa obra literaria publicada en 1845 en el país hermano de Chile, es desde allí en el exilio que Sarmiento  publica su primera edición.

Está se encarga de caracterizar a un facundo tosco, rudimentario, salvaje, naturalmente grotesco, quien tiene un odio invencible, instintivo contra las leyes, indisciplinado fiel representante de la barbarie.

¿Pero quién es el bárbaro para Sarmiento?

El obrero productor de esa riqueza, el obrero de los campos, es el gaucho, y ese gaucho al que Sarmiento llama bárbaro, comparable al árabe y al tártaro del Asia arruinada y desierta, representa la civilización europea mejor que Sarmiento, trabajador improductivo, estéril, a título de empleado vitalicio, que vive como un domestico de los salarios del Estado, su patrón.

El Facundo es una conversación in foluim que aunque dividida en capítulos, no tiene plan, ni lógica, ni unidad, no sigue un orden cronológico. Su autor muestra, en el, ignorar radicalmente la naturaleza y el asiento del poder público en la República Argentina, por sus opiniones sobre el problema de la organización que necesita ese poder.

¿Entonces que es el Facundo? José Pablo Feinman a través de Alberto Palcos nos hará otra pregunta  ¿en que género literario lo ubicamos?, y es quizás una de las definición más acertada, “clasificarlo conforme se ha propuesto, entre las novelas equivale a caer en error tan grave como incluirlo en los libros de historia. Facundo es de todo un poco…”

Juan Bautista Alberdi es contemporáneo a Sarmiento, ideológicamente se encuentran en mismas posiciones, y es tal vez es quien emprende primeramente un crítica literaria al “Facundo” va a cuestionar la forma en la cual el escritor va recabando la información, “el facundo en efecto fue un álbum en el que los amigos literarios de autor, emigrados en Chile, dictaron una o varias páginas por la vía de la conversación”, se escribe con tal precisión, detallando características claves que el mismo autor no podría haberlas hecho nunca.

En lugar de escribir el Facundo, como pretende, ha escrito el Faustino (...)

(...) Lo que el autor pretende ser verdad, el libro demuestra ser mentira, y vice-versa.

Ramón Torres Molina va a emprender aquí un excautivo análisis, con la ayuda de documentación, un archivo de correspondencia y escritos que la familia Quiroga. Los descendientes de Facundo compartieron la documentación a cambio de estudios y publicaciones a través de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Buenos Aires. A principios de la década de 1930 la familia quiso dar a conocer un archivo existente que habían salvaguardado por mucho tiempo, muy extenso por cierto, que por temor después del asesinato de Facundo habían escondido y atesorado en un escondite de tras de una doble pared, al igual que su cuerpo en el cementerio de la Recoleta.Se entregaron a la facultad copias fotográficas para su consulta, pero con un convenio que establecía que los historiadores no podían consultar ese archivo hasta tanto la facultad publicasen la totalidad de ese archivo se publicaron cuatro tomos en dos momentos entre 1957 y 1987. Es entonces a partir de este material que los historiadores tanto Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde y Torres Molina tratan de desmitificar a ese personaje que había descrito Sarmiento en sus cuatro ediciones. Dice Ramón el Facundo pretendió sepultar de nuestra historia a Quiroga, es un escrito contra Rosas.

La concepción de la historia para Sarmiento anteponiendo la antinomia entre Civilización y Barbarie.

La teoría del caudillo, el representante del pueblo una expresión popular.

Una biografía, lejos del escenario de los sucesos, con errores y falsificaciones; Valentín Alsina le hace una serie de 51 correcciones y observaciones.

Pero Quiroga se resiste al olvido, es reivindicado a principios del S. XX por David Peña, y autores riojanos como Guzmán Loza.

Sarmiento falsifica al decir que Quiroga es desertor de milicias, sin base documental, no existe documentación alguna, no hay registro histórico que constate, y para refutar tal afirmación Torres Molina recurre a una carta de correspondencia donde erróneamente Sarmiento confunde a Juan Tomas Quiroga.

Religión o Muerte se ha tergiversado y mal interpretado nos dice Ramón T M, esa consigna responde a la presencia de extranjeros de otra religión, no de religión católica, en la provincia tratando de explotar los minerales provinciales  como consecuencia de la política de concesiones al capital extranjero efectuados por Rivadavia, en defensa de los minerales del Famatina.

Bibliografía

Juan Bautista Alberdi, El Faustino. Facundo y su biógrafo y otros escritos.

José Pablo Feinman  - “Filosofía y nación” estudio sobre el pensamiento argentino.

Ramón Torres Molina – “Facundo  Quiroga de la leyenda a la Historia”